José Miguel Cobián Pensé hacer una reseña de los foros de Durango y Monterrey. Comencé a verlos, el primero me brinqué a Santiago en todas sus participaciones y a los moderadores, que hablaron más que los ponentes. En el segundo llegué a la mitad y terminé brutalmente aburrido.
Es verdad que las corcholatas no dan nota, son extremadamente aburridas, pero también es cierto que los foros del frente no generan mucha pasión, y la mejor prueba son los números de audiencia, casi tan pequeños como los de cualquier mañanera del presidente.
Entiendo que los foros tengan que ser así, pero por favor que no les llamen debates. Son foros donde cada aspirante explica en muy poco tiempo, temas que deben de llevar mucho tiempo de análisis y explicación de posibles soluciones. Están diseñados para que se diga muy poco en uno, dos o tres minutos.
También están diseñados para que nadie lastime a nadie. Beatriz, Xóchitl y Santiago saben que se necesitan los unos a los otros, saben también que n
Politólogo, Columnista y Consultor en Comunicación Política